El Islam se nos ofrece, pues, en todo este proceso, bajo un doble aspecto: como transmisor de oriente a Europa del legado cultural clásico y cristiano, y como acrecedor de este caudal por su personal esfuerzo e inventiva, porque los préstamos que la mano oriental tomó del tesoro Helénico y patrístico devolviólos y luego con creces a sus acreedores cristianos del occidente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario